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Monday, December 17, 2012

La optogenética: y se hizo la luz


En la presente columna nos gustaría presentarles nuevas técnicas y métodos tecnológicos que permiten avanzar en el sector de la salud, de la medicina y de la biología en general. A veces hablamos de sensores y procesos de detección novedosos para poder diagnosticar o monitorear la progresión de enfermedades en una población a menor costo, en otras ocasiones hablamos de las técnicas nuevas de tratamiento de aquellas enfermedades que nos afectan y cuyas formas de curación provocan efectos secundarios indeseables o nefastos como la quimioterapia. Hoy presentamos una nueva forma muy práctica de modificar o manipular funciones fisiológicas, que pueden ser tan importantes como el latido del corazón, a partir de la luz. Efectivamente, se puede controlar la expresión (o respuesta) de algunas neuronas o algunos genes cuando se excitan externamente con luz: eso es la optogenética.

Una técnica muy reciente que utiliza la genética
Al final del siglo XX, Francis Crick, (Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1962 por su descubrimiento de la estructura molecular de los ácidos nucleicos que conforman el ADN con James Watson y Maurice Wilkins) había descrito la posibilidad de utilizar luz para controlar la actividad neuronal, ya que algunas células podían responder a esa estimulación externa. Desde el año 2002, se empezaron a modificar genes para poder manipular su respuesta con fuentes de luz externas y en el 2005 se demostró que el comportamiento de animales se podía controlar de esa manera. Tan sólo cinco años después, la técnica de optogenética ganaba un reconocimiento prestigioso: fue elegida “el método del año” entre todas las disciplinas de la ciencia y de las ingenierías.



Principios y utilización
Aunque la manipulación genética necesaria sea un poco delicada y reservada a especialistas, el principio de funcionamiento del control optogenético es relativamente sencillo, la respuesta es muy rápida y se puede utilizar en animales que no se tienen que inmovilizar. La idea central es de poder introducir canales y enzimas específicos activables con luz, modificando genes. De esa manera, la luz será absorbida por ellos y, sin modificar el resto de la fisiología del cuerpo, podrá arrancar mecanismos deseados como el control de neuronas y el control de metabolismo de células. Se ha avanzado tanto últimamente que ya se ha demostrado que se podían controlar los movimientos de mamíferos manipulando “ciertos eventos bioquímicos” como la activación o inhibición de algunas metas (proteínas o neuronas). La posibilidad de elegir precisamente estas metas así como las funciones y acciones que controlará la estimulación luminosa es la gran ventaja de la técnica. Además, la respuesta a la luz es bastante rápida, del orden de unos milisegundos, lo que no frena la actividad normal del animal estudiado.


Vídeo de un ratón cuyos movimientos pueden estar controlados por luz
Cuando se activa la luz, empieza a correr en círculos (se activa la parte motriz de la izquierda)
Stanford University

Otra ventaja es justamente que se puede acoplar a la tecnología avanzada accesible hoy en día en óptica. Efectivamente, se puede conectar la zona deseada relativamente simplemente a una fibra óptica para que el método no sea muy invasivo o doloroso. La luz que se utiliza también puede atravesar la piel y no se necesitan intensidades muy altas para observar el efecto. Por lo tanto, no se tiene que realizar una intervención quirúrgica para acoplar la fuente de luz con el cuerpo del animal y se pueden adaptar parches o cascos especiales con lucecitas de tipo LED, como los que están en los faros de coches o en las lámparas comerciales actualmente.

La optogenética es entonces una técnica de control poco costosa y se puede emplear para realizar estudios de investigación para entender mejor varias enfermedades importantes como la de Parkinson o la esquizofrenia por ejemplo. También se ha reportado la utilización de la optogenética para modificar las funciones cardíacas; en este caso la luz actúa sobre las células del corazón responsables del latido y se emplea como marcapasos no invasivo, controlando el ritmo del corazón. Si se emplea de manera temprana, en el embrión, se pueden incluso corregir malformaciones o disfunciones.  No cabe duda que ayudará también a avanzar en el campo de las neurociencias. Finalmente la luz nos sigue iluminando incluso en campos que no nos imaginábamos.

Video en inglés que resume lo que es la técnica de optogenética.


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