Según los
últimos datos recibidos del fondo del espacio estos días, es altamente probable
que la sonda Voyager I -lanzada al
espacio en 1977 y ahora la más remota de nuestro planeta que sigue operacional
y en contacto permanente- esté a punto de salir de nuestro sistema solar. En 35
años, mientras viajaba tranquilamente desde la órbita terrestre a los últimos
rincones apenas alcanzados por la luz del Sol, Voyager I nos ha proporcionado bellísimas fotografías de los
planetas frente a los cuales pasaba, siguiendo los pasos de su predecesor Pioneer. Hoy les presentamos la historia
de un largo, muy largo camino tomado por una de las naves más duraderas jamás
hechas por el hombre.
En el año 1977,
poco menos de 10 años después de los primeros pasos sobre la superficie de la
Luna, la NASA lanzó dos pequeñas sondas espaciales robotizadas de menos de 800kg
llamadas Voyager (“Viajero”) al
espacio. Su objetivo era de seguir los pasos de su predecesor Pioneer y mejorar las observaciones de
los últimos planetas de nuestro sistema solar. Gracias a los precisos cálculos
de sus ingenieros, los dos objetos desarrollados en la NASA pudieron tomar
fotos muy preciosas e importantes de Júpiter, Saturno, Neptuno así como de
algunos de sus satélites sin mucho combustible. Efectivamente, la proeza
tecnológica de la NASA consistió en haber encontrado un momento favorable de
alineación de los planetas para poder aprovechar la gravedad de esos cuerpos
celestes masivos para moverse. Su viaje es como una caída libre en el espacio,
dejando las sondas desplazarse con esa sola fuerza. Cuando salen del campo de
atracción de un planeta entran en el campo de otro.
Por si alguien,
alguna forma de vida, en algún lugar, encuentre la sonda interestelar Voyager, los ingenieros del Jet Propulsion Lab de la NASA le anexaron un disco cubierto de oro de tipo audiovisual.
Ese disco lleva fotos de nuestra Tierra, de sus especies, algunos datos científicos
relevantes, voces y saludos de gente como el Secretario General de las Naciones
Unidas de la época y niños. Por si fuera poco, Voyager tiene su playlist musical que lo acompaña, una
mezcla titulada "los Sonidos de Tierra" incluyendo sonidos de
ballenas, gritos de bebé, el ruido de las olas del mar que se rompen en la orilla,
y una colección de obras músicales, incluyendo a Mozart.
Un viaje muy largo
Más de 35 años
después de su lanzamiento, las dos sondas Voyager
siguen viajando en el espacio interestelar y todavía emiten sus señales de
radio, que tardan 16 horas en llegar a la Tierra. Hace ya varios años, la NASA
apagó sus cámaras pero Voyager I sigue
explotando algunos sensores de partículas y campo magnético para observar lo que pasa en los límites de
nuestro sistema solar, mucho más allá de donde alcanza la luz solar. A una
velocidad de vuelo de más de 17km por segundo, Voyager I es el objeto más lejano construido por el hombre que
sigue funcionando (el hermano mayor Pioneer
está más lejos pero se perdió el contacto hace años, probablemente por una
falla técnica después de tantos años).
Hoy, gracias a
una excelente tecnología que data del 1977 y a cálculos muy bien hechos por la
NASA, el duradero Voyager I está a
una distancia de 121 veces la que nos separa del Sol y se piensa que ya está
por irse de nuestro sistema solar. Efectivamente, hace poco se registró un
aumento del 10% de un tipo especial de partículas cósmicas que están indicando
que Voyager I ya está en el borde.
Esas partículas no se encuentran en gran cantidad en el sistema solar, pero
fuera sí. Ese aumento demuestra que va a cruzar la frontera.
El resto queda por escribir
Hoy en día, es imposible saber lo que va a pasar ahora. "Las leyes de la física dicen que un día Voyager se hará el primer objeto humano en entrar en el espacio interestelar, pero todavía no sabemos exactamente cuando" dijo Ed Stone, el jefe del proyecto Voyager en el Instituto de Tecnología de California (CALTECH) en Pasadena. "Los últimos datos indican que somos claramente en una nueva región donde las cosas cambian mucho más rápidamente. Es muy apasionante. Nos acercamos a la frontera del sistema solar." Sin embargo, ahora todo es posible ya que no se sabe lo que va a pasar. Habrá que observar bien y aprovechar los últimos momentos para saludarle a Voyager y desearle una excelente continuación de viaje, en el espacio interestelar que nadie jamás ha visto.
El resto queda por escribir
Hoy en día, es imposible saber lo que va a pasar ahora. "Las leyes de la física dicen que un día Voyager se hará el primer objeto humano en entrar en el espacio interestelar, pero todavía no sabemos exactamente cuando" dijo Ed Stone, el jefe del proyecto Voyager en el Instituto de Tecnología de California (CALTECH) en Pasadena. "Los últimos datos indican que somos claramente en una nueva región donde las cosas cambian mucho más rápidamente. Es muy apasionante. Nos acercamos a la frontera del sistema solar." Sin embargo, ahora todo es posible ya que no se sabe lo que va a pasar. Habrá que observar bien y aprovechar los últimos momentos para saludarle a Voyager y desearle una excelente continuación de viaje, en el espacio interestelar que nadie jamás ha visto.
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