Recientemente,
algunos trabajos de investigación biológica han demostrado el gran impacto de
la creación de avatares de enfermedades graves en ratones para poder curarlas más
fácilmente. La idea es de “clonar” esas enfermedades e incorporarlas en un
grupo de ratones para poder probar rápidamente, y en paralelo, varios tipos de
tratamiento sobre esos animalitos y buscar el más eficiente para la persona
enferma. Esa técnica tiene muchas ventajas ya que se pueden investigar muchos
caminos posibles simultáneamente para curar una persona con cáncer,
especialmente si su enfermedad es muy particular (es decir que su
comportamiento sale de los tipos conocidos) o resistente a los tratamientos
comunes, sin tomar el riesgo que podría representar probar todos los
medicamentos uno por uno sobre esa persona que ya sufre bastante.
¡Un premio para todos los pobres ratones
héroes del mundo!
La semana
pasada, hablamos de trabajos sobre la manipulación de la memoria en cerebro de
ratones. Se trataba de entender mejor la creación y utilización de la memoria
en esos animales y el cerebro de los seres humanos también. Hoy hablamos
nuevamente de la utilización de esos animales de laboratorio para otra
aplicación a carácter de investigación crítica para la salud humana y el
bienestar. Aunque muchos podríamos preguntar por qué se tienen que sacrificar
tantos animales inocentes para investigaciones a veces no tan relevantes, es
importante entender que los ratones son muy parecidos a los seres humanos y
desarrollan una gran cantidad de enfermedades similares a las que nosotros tenemos.
Además, biológicamente, los efectos demostrados en ratones se pueden relacionar
muy bien con los que se observarían en seres humanos y eso ayuda a poder probar
nuevos tratamientos sin lastimar a ninguna persona. Obviamente, los ratones
salen lastimados de todos estos experimentos, por el único bien de nosotros.
Éticamente, esos procedimientos se tienen que cuidar mucho y verificar que no
haya abusos. Últimamente, existen unas políticas a nivel mundial que promueven
la reducción de la utilización de animales para estudios biológicos. Mientras
tanto, por supuesto, podemos pensar un poco más frecuentemente en todo lo que
han aportado indirectamente a la ciencia moderna esos pobres animales.
Ratones avatares
El tema de hoy
trata de una nueva idea muy innovadora: utilizar los ratones como avatares de
los seres humanos. Exactamente como en la famosa película del director
estadounidense James Cameron, los investigadores que crearon esa técnica
utilizan los ratones como avatares biológicos de los seres humanos para
utilizarlos como copias y réplicas de nuestras personas. Colocan de manera
externa el mismo tipo de enfermedad en el cuerpo de los ratones y utilizan esas
propiedades de similitudes entre ratones y humanos para probar nuevos
tratamientos sobre animales y no sobre mujeres y hombres ya enfermos y
sufriendo mucho.
Además de evitar
la penosa sucesión de varios métodos de prueba y error que podrían lastimar más
a una persona enferma, se utilizan varios otros cuerpos en los cuales
desarrollaron el mismo tipo de enfermedad para probar muchas técnicas a la vez,
sin tener que esperar mucho tiempo los resultados de un método antes de empezar
otro. Además, otra gran ventaja del avatar ratoncito-humano es que las pruebas
se realizan in vivo, dando resultados
mucho más cerca de los esperados en humanos que si fueran llevados a cabo in vitro.
Modelos personalizados de enfermedad
Esos modelos
personalizados de enfermedades muy particulares, diferentes de los patrones
comunes, permiten entonces tomar más riesgos, probar más técnicas poco
convencionales o combinaciones de ellas. Según Edison Liu, presidente de la
organización del genoma humano, o HUGO
por sus siglas en inglés Human Genome
Organisation, es “la dirección que están tomando muchos grupos de
investigación” de tratamiento contra el cáncer. Un ejemplo muy significativo
del éxito que puede tener la técnica del avatar personalizado fue publicado en
2011: reporta el caso de un hombre de 60 años con cáncer de páncreas (el más
rápido en presentar complicaciones y más difícil de curar) con metástasis,
resistente al tratamiento común. El método de los avatares permitió aislar un
medicamento eficiente y personalizado que logró curar el cáncer. Aunque la
mayoría de los pacientes con este cáncer se mueren en pocos meses, el seguía
vivo el día de la publicación de los resultados, y no presentaba más
complicaciones hasta 3 años después del tratamiento.
Este tipo de
investigación ya comprobó que la técnica funciona y se intenta ir más allá del
avatar-réplica que se parece al hombre a curar. El 14 de marzo de este año,
reportaron la transferencia exitosa del sistema inmunológico de un hombre a
unos animales avatares, fabricando así unos ratones “humanizados” para tener la
copia exacta de lo que se puede esperar en el cuerpo de este hombre en
particular. Esos son realmente los primeros pasos de la medicina personalizada, la cual se aspira tener con estudios
meticulosos del genoma humano. Seguramente, si el éxito de la técnica de los
avatares resulta ser tan importante como esperado, se van a sacrificar muchos
ratones y podrán haber abusos ya que no habrá límite en la cantidad de pruebas
de tratamiento que se podrán realizar. Esperamos que sea temporal y que
rápidamente se entienda mejor como tratar el cáncer como métodos más suaves o
menos destructores.
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