En el año 2012, científicos han descubierto que nuestro
cerebro dormido puede ser más activo de lo que pensábamos antes. Varios
trabajos han efectivamente comprobado que el cerebro de una persona dormida
puede aprender a tocar el piano en el sueño, a fortalecer emociones negativas e
incluso a relacionar olores con sonidos. La idea general y el objetivo común a
todos estos trabajos no son de saber si podemos aprender un nuevo idioma en la
noche de manera inconsciente para ganar tiempo, sino de entender cuáles son los
conceptos que el cerebro puede aprender en la noche.
Lecciones de piano nocturnas
Lecciones de piano nocturnas
En junio del año
pasado, un artículo muy serio publicado en la revista científica Nature demostró que existe una relación
entre el escuchar melodías durante una somnolencia y la aptitud de uno a tocar
un instrumento. Tomo el riesgo de decepcionarlos avisándoles de una vez que eso
no significa que podemos aprender todos a tocar un instrumento en calidad de
novatos: se supone que ya preexiste una noción musical, y aquella se afinará
gracias a una escucha pasiva en un sueño ligero. Básicamente, voluntarios
músicos diestros aprendieron a tocar canciones no tan fáciles de improvisar en
una computadora, al estilo del videojuego popular “Guitar Hero”, con su mano
izquierda. Para los que no conocen el juego, la computadora les dice cuando
tocar una nota, y como. Luego tomaron una siesta de alrededor de una hora y
media y cuando se detectaba que habían entrado en la fase del sueño en la cual
se procesa la memoria, los científicos tocaron una de las dos canciones para
que la escucharan dormidos. Cuando los voluntarios despertaron y volvieron a
tocar las dos canciones, ¡habían mejorado mucho en la que habían escuchado!
Asociación entre olor y sonido
En la revista Nature Neuroscience, en agosto, se
publicaron resultados de un experimento estudiando los efectos que tienen los
olores sobre nuestro cerebro durante el sueño. Los científicos que realizaron
el estudio intentaron asociar olores fuertes y que en el día provocarían
reacciones diferentes con sonidos sencillos. A un olor placentero de
champú asociaron un tono particular y
tocaron otro sonido para un olor de comida en descomposición (que aquí podría
asustar a muchas personas estos días, si me permiten utilizar este ejemplo para
enseñar que olores sí pueden provocar reacciones a veces violentas). Los olores
y sonidos no despertaban a los sujetos del experimento, pero después de una
noche completa de asociaciones pasivas en el sueño, ellos reaccionaron a los
tonos como si estuvieran en presencia del olor: dejaban de respirar con el tono
asociado a la comida podrida y tomaban inspiraciones más profundas con el tono
del champú… En solamente cuatro exposiciones en una noche a esas asociaciones,
ya estaban “entrenados” a reaccionar, como si hubieran aprendido el significado
de los sonidos.
Borrar memorias dolorosas en el sueño
Durante el
sueño, la mente está mucho menos conectada con el ambiente y algunos
investigadores han intentado acceder a partes de la memoria que forman los
traumas para luego borrarlos de manera inconsciente con medicamentos, ahorrando
sesiones de terapia con un psicólogo o psiquiatra. Se ha efectivamente
comprobado que el sueño puede tener el efecto no deseado de reavivar memorias
traumáticas: el sueño es efectivamente responsable de anclar traumas en la
memoria de los humanos. Por lo tanto, un equipo de científicos intentó inyectar
un nuevo medicamento durante una reactivación de memoria traumática en la
noche. Entrenaron ratones a entender que un olor particular estaba relacionado
con un golpe inmediatamente después; y si el olor les llegaba de manera
inconsciente en el sueño, fortalecía la memoria de asociación olor-dolor
durante varias horas después. Sin embargo, cuando el medicamento se inoculó al
mismo tiempo que la reactivación de memoria traumática, el trauma desapareció.
Es muy temprano para saber si funcionará en humanos, pero vale la pena
probarlo.
Aunque todos estos resultados sean impresionantes y quizás puedan servir en medicina, psicología y hasta en educación, algunos expertos advierten que los procesos de inyección de información durante el sueño para generar una especie de aprendizaje podrían impedir otras funciones importantes de selección que realiza el cerebro durante el sueño. Eso podría llevar a confundirlo mucho en su trabajo normal, bastante bien ordenado.
Aunque todos estos resultados sean impresionantes y quizás puedan servir en medicina, psicología y hasta en educación, algunos expertos advierten que los procesos de inyección de información durante el sueño para generar una especie de aprendizaje podrían impedir otras funciones importantes de selección que realiza el cerebro durante el sueño. Eso podría llevar a confundirlo mucho en su trabajo normal, bastante bien ordenado.
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