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Sunday, June 15, 2014

Un físico mexicano idea el futuro de los viajes intersiderales

Hoy les vamos a hablar de un tema cercano a las guerras de las estrellas y de un investigador mexicano famoso, del cual seguramente se va a hablar mucho en el futuro. Suponemos que habrán visto o escuchado hablar del supuesto nuevo proyecto de investigación de la NASA para construir una nave espacial de viaje en el espacio: el Enterprise. Ese proyecto debe su nombre a la súper nave de la serie de ciencia ficción Star Trek, que  capaz de viajes largos y rápidos de galaxia a galaxia. Por supuesto, este tipo de viajes a la velocidad de la luz es imposible hoy en día. La misma NASA, en sus documentos oficiales (e incluso en su página web) dice que los viajes a mayor velocidad que la luz todavía se consideran estar en un nivel de madurez equivalente a una especulación (luego, si se puede, sigue la ciencia, luego la tecnología, y finalmente la tecnología y la aplicación). Argumentan efectivamente que  “estamos en el punto en el cual sabemos lo que sabemos y sabemos lo que no sabemos, pero no sabemos si viajar más rápido que la luz es posible”. Sin embargo, un investigador mexicano, ha presentado en 1994 una idea teórica para resolver el problema y ahora, según la comunicación de la NASA, los proyectos de desarrollo de naves parecen estar cambiando y reportan que quizás se podrá pronto ir muy lejos y rápidamente. La carrera para los viajes estelares ha empezado.

La NASA ha publicado varios comunicados impactantes en los últimos meses, primero anunciando que su presupuesto iba a sufrir varios recortes y luego anunciando sus ambiciones para construir sus próximas naves espaciales especializadas en “vuelos intersiderales”. Para explorar otros planetas (y otras galaxias), no se puede confiar en la tecnología actual ya que está muy limitada. El límite principal está en la velocidad de transporte. Para ir a visitar nuestro vecino más cercano, Marte, la tripulación tendrá que viajar varios años, y el planeta habitable más cercano se encuentra a alrededor de 22 años luz de nosotros (es decir que la distancia que nos separa es tal que si viajáramos a la velocidad de la luz nos tardaríamos 22 años en llegar…) Pero la idea de la NASA es acortar ese tiempo de vuelo con naves espaciales muy especiales: el ingeniero Harold White propuso recientemente investigar cómo fabricar un “Warp Drive”, una nave que sería capaz de deformar el espacio-tiempo para que fuera más corta la distancia entre dos objetos lejanos. La nave no existe, y no se sabe bien cómo se hará, pero ya tiene nombre el proyecto: el IXS Enterprise. Y aunque muchos expertos salieron en los medios a comentar y principalmente criticar la presentación oficial de White, el prestigioso equipo de trabajo del Advanced Propulsion Team de la NASA dijo pensar que era posible crear una nave capaz de curvar el espacio-tiempo. Y si ellos lo anuncian, quizás hay que escucharlos… La historia de la NASA les permite obligarnos a escucharlos. Además, la idea de los ingenieros de la NASA no es nueva y lleva mucho tiempo madurando en sus cabezas. Y tampoco es de ellos. La tuvo un investigador mexicano hace 20 años.




Hoy director del prestigioso Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México y también profesor de Relatividad en el Departamento de Física de la Facultad de Ciencias de la misma UNAM, el Dr. MiguelAlcubierre Moya es una figura no solamente a nivel nacional sino internacional. En 1994, durante sus estudios de doctorado en la Universidad de Gales en Cardiff, el Dr. Alcubierre presentó un modelo matemático que no prohibía los viajes superlumínicos (a velocidades mayores a la de la luz) y no se oponía a las leyes de la física en la revista Classical and Quantum Gravity. La idea genial consiste en una impulsión del espacio-tiempo que contrae y expande dos regiones opuestas de esta tejido alrededor de una burbuja plana de deformación en la cual se encuentra justamente la nave que queremos que se desplace. Es fácil entender, sin necesidad de una gran preparación científica, que el punto que estaba tan lejos de nosotros se encuentra muy cerca de repente cuando se dobla la tela que la masa deforma y curva. Resolviendo ecuaciones postuladas por Einstein en el Teorema de la Relatividad General, se pudo demostrar que el impulso por deformación no violaba ninguna ley de la física y que permitiría viajar rápido porque no cambiaría el espacio-tiempo de la nave y su tripulación mientras que modificaba el entorno. Cómo hacerlo es otro asunto, que requiere de más preparación, pero básicamente requiere de anti-materia. Y ahora, no es algo que se encuentra ni se controla fácilmente. Tecnológicamente, estamos lejos de lograrlo quizás, y es justamente el objeto de las numerosas críticas* que recibió la noticia por parte de expertos en astrofísica, pero permite soñar. Permite soñar que en México este tipo de noticias desperte vocaciones para la física y la ingeniería. Permite soñar que veremos este tipo de tecnología mientras vivamos. Es lo mínimo que le deseamos al Dr. Alcubierre por supuesto, que él conozca la nave que cuente con la tecnología que él ideó. Es joven todavía, la NASA tiene un poco de tiempo.

*pueden leer una muy buena aquí

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